Informacion Adicional
Los diecisiete corazones del barrio alicantino de "Benalua"
Sobradamente conocida de los españoles es la emotiva historia de la perrilla "Lucero", liberada de la muerte por el amor y la decisión de 17 niños: cuatro chicas y trece muchachos del barrio alicantino de Benalua. Todos sabemos y admiramos también el rasgo caballeroso y digno de imitación del alcalde de Alicante, devolviendo el importe de la multa a los muchachos, que con la venta de tebeos habian logrado, además de costearle un collar y la chapa de la vacunación antirrabica.
No es mi pretension, ni mucho menos, emular las magníficas informaciones que han aparecido con profusión gráfica en prestigiosos diarios de la capital de España; no es ese el fin que ESCUDO persigue, porque el portavoz de las Sociedades españolas federadas es una sencilla y modesta Revista que solo se propone inculcar en los corazones de las personas de buenos y delicados sentimientos hacia los animales, no solo el amor y la comprensión para seres indefensos que Dios creo, sino al proteccionismo y la extensión de las doctrinas franciscanas, en las que la Revista ESCUDO se apoya y alienta. ¡Amor y protección a todos los animales que Dios creó!
Queremos dar a la publicidad los nombres de los que integran el grupo que liberó a la perra "Lucero". La jefe, una preciosa chiquilla de ojos castaños por donde asoma toda la bondad de su alma, Paquita Orduño; Conchita Box, Paquita Asensio y Matilde Llopis, todas ellas guapas y simpáticas (Pasemos a los chicos): Toni Congos, Jose Carlos Box, Salvadorín Asensio, Jose Antonio Maiquez, Felicísimo y José Martín Campos, Rafaelito Llopis, Luis Verdu y Joaquín y Pedro Sancho, estos dos últimos hermanos mellizos, que prometen ser dos buenos mozos.
Puede sentirse orgulloso Alicante de estos diecisiete corazones que en los albores de la vida han dado una soberana lección a ¡tantos y tantos seres agrios, hostiles a toda ternura, a los que solo burlas y vulgarísimos comentarios inspira el amor verdadero traducido en obras a animales y plantas!
Sé que este modesto artículo ha de llegar a manos de maestros; esos admirables apóstoles de la enseñanza, forjadores de los hombres de mañana. ¡Ahí está la salvación de los pueblos de la tierra! Los niños de hoy; pero ésta salvación no vendrá por las armas mortíferas que siembran dolor y desolación, ni por las conquistas de mundos desconocidos. Nada se adelantará si los maestros, los padres, los educadores en suma, no hacen en los pequeños corazones una siembra de amor, de hermandad entre los hombres, extendiéndola a esos seres indefensos que a nuestra caridad y a nuestra conciencia honrada de cristianos se acogen y que son los animales todos.
A vosotros, maestros españoles se dirige ESCUDO; en vuestras manos está el porvenir de España. La "masa" es magnífica, lo difícil es saberla y poderla "trabajar", ya que tan poco ayudan los tiempos y el ambiente... ¿Dificil para un español conquistador de mundos? ¡No! A pesar del ambiente enrarecido de odios y guerras, del "gamberrismo", de la falta de respeto y el olvido del deber (estoy de completo acuerdo con vosotros en todo esto), a pesar, repito, estos diecisiete chavales alicantinos son un aliento y una esperanza que nos enorgullece. El español no tiene términos medios; bien guiado desde la infancia, su corazón, su valentía y su abnegación responde siempre. ¡Animo magníficos maestros españoles, ánimo "padres", que sabéis cumplir con vuestro sagrado deber! Que "cunda" el ejemplo de Benalua y sean los niños, los corazones jóvenes, los que eviten las crueldades; si así lo hacéis, seréis los primeros en beneficiaros.
Que los turistas que nos visitan, avaros de nuestro sol y de la hermosura de nuestra Patria, nos muestren como ejemplo de caridad y civismo, y no como crueles y atrasados.
Que cesen las horribles muertes, las pedreas, la persecución, el trabajo agotador, sin una mano piadosa que cure llagas y desgarraduras; sombra acogedora en verano y un cacharro de agua fresca y limpia ... Un lugar en invierno para resguardar a los animales del frío, de la nieve, del agua; ese trozo de pan que se desperdicia, ese hueso, esas sobras, pero, sobre todo, ¡piedad!, solo un poco de piedad...
Vosotros, diecisiete pequeños y queridos amigos, tendréis una suscripción que ESCUDO os regala, y quizá, ocasión de ganar unas pesetillas, y quien sabe si la popularidad y la "gloria" en un concurso literario en que escribiréis lo que vuestro corazón os dicte sobre los animales...
Desde ahora sois abanderados de una "causa" que hasta que no se "siente" y se "practica" no hace ¡grandes a los pueblos! Allí donde halla una crueldad estaréis vosotros para impedirla. ESCUDO os brinda sus páginas para todo aquello que sea digno de alabanza o de sanción con respecto a los animales todos.
Escuchadme, yo le he visto con los ojos del alma en una noche radiante. Recreándose en vuestro incomparable mar, en la belleza de los jardines, en la elegancia de las palmeras de la Explanada, desde una diminuta y radiante estrella, la ¡más bonita de todas cuantas lucía el firmamento, desde Pizquita, ¡desde ella lo he visto, estad seguros..., sonreír y bendeciros lleno de alegría, a San Francisco de Asís!
G.G.N.
Comentarios
672 - 03/11/2014 Rosario Sancho Zamora
En este artículo hay varios errores:
1)- La perra Lucero la encontró vagando por la calle una noche y la refugió en el zaguan de su casa Joaquin Sancho Zamora, en C/.Dr.Just.nº.22, hasta que un día la perrera la cogió y se pusieron a vender juguetes, tebeos, etc. en el mismo zaguan.
El señór Llopis vecino del inmueble y periodista, dirigió un escrito al periódico local y aquí es donde empezó todo.
2)-Fueron ocho los niños y ninguna niña. Las personas mayorcitas que aparecen en las fotos, se apuntaron al carro después y les quitaron el protagonismo a los chavales.
3)- Los niños Joaquin y Pedro Sancho Zamora no eran mellizos- Los mellizos eran Félix y José Martín Campos.
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