Recorremos una de las históricas barriadas alicantinas, conocida anteriormente como ´Els Antigons`, que fue construido como zona de ensanche para la clase media de la zona.

Históricamente la zona era conocida como ‘Els Antigons’, pero se le denominó Benalúa en honor al marqués que financió la construcción del barrio.

David Rubio.

Ya desde la Antigüedad hay vestigios de un asentamiento romano en Benalúa. También se sabe que en tiempos musulmanes un importante puerto naval se ubicaba en sus costas.

Durante muchos siglos, esta zona quedaba a las afueras de la ciudad de Alicante. Se denominaba popularmente ´Els Antigons` y apenas estaba poblada.

Bien entrado ya el siglo XIX la ciudad se encontraba en franca expansión y necesitaba crecer. La nueva burguesía y la clase media-alta no tenían un barrio propio, pues el centro tradicional estaba históricamente más vinculado a la aristocracia.

MARQUÉS DE BENALÚA:

Sin embargo, fue precisamente un noble quien impulsó la construcción de esta nueva barriada. Se trataba de José Carlos de Aguilera, más conocido como el Marqués de Benalúa (un pequeño municipio de la provincia de Granada).

Este marqués formaba parte de la Sociedad de los Diez Amigos, compuesta por diez personas adineradas de la época. Entre todos reunieron la nada desdeñable cantidad de 31.000 pesetas con la que compraron 152.000 metros Cuadrados de terreno en Els Antigons.

Sobre este suelo construyeron unas nuevas 200 viviendas. Fue el primer barrio de Alicante que se diseñó con una Auténtica planificación urbanística sobre un plano, no Improvisando nuevas calles como había sido lo habitual hasta entonces.

Por ello está organizado en manzanas perfectamente rectangulares y cerradas. En el centro se ubicó un parque, y cerca de allí una iglesia principal. Se aprovisionó de un avanzado alcantarillado, así como de un sistema de electrificado y abastecimiento de agua muy adelantados para su época, a la vanguardia del resto de la ciudad.

LOS DIEZ AMIGOS:

En la Plaza Navarro Rodrigo podemos encontrar aún hoy una gran placa que recuerda el momento de la inauguración de estas obras, el 7 de julio de 1884. El que figura como presidente de la sociedad impulsora es José Soler Sánchez, más conocido como Catedrático Soler.

También destaca el nombre de José Guardiola Picó, el Arquitecto que dirigió la construcción del barrio. Fue el mismo profesional que años atrás había liderado las obras para ganarle varios metros al mar en el centro urbano. Gracias a esto, hoy podemos disfrutar del paseo de la Explanada.

Pero normalmente quien pone más dinero es quien se lleva la fama. Y aunque todos los mencionados ‘Diez Amigos’ invirtieron sus cuartos en este gran proyecto, fue el Marqués de Benalúa sobre quien cayó principalmente la financiación. Por esto, en honor a este noble madrileño con orígenes andaluces y casado con una alicantina, el nuevo barrio se llamó ´Benalúa`.

Sobra decir que la casa del marqués era la más grande y lujosa de todo el barrio. Hoy en día sigue de pie, siendo la actual sede de la compañía Aguas de Alicante.

MERCADILLO:

Las viviendas se vendieron bien, y el nuevo distrito no tardó en poblarse. Con el paso de los años el surtido de agua y electricidad fueron mejorando también en las demás partes de la ciudad. Ya no era tan lujoso vivir en Benalúa, por lo que se fue convirtiendo en un barrio más popular.

A principios de siglo se edificó un nuevo Mercado de Abastos en la avenida Aguilera, que continúa funcionando hoy. Algunos agricultores aprovecharon el tirón para vender sus frutas y verduras en los alrededores del edificio. Así empezó el mercadillo callejero benaluense, con un par de improvisados puestecillos.

Durante los años de la Posguerra, estos primeros vendedores no ocupaban un lugar fijo ni eran siempre los mismos. Aún era un mercadillo muy informal. Realmente no tenían autorización oficial para vender aquí, pero los guardias urbanos del barrio hacían la vista gorda. Incluso solían ayudar a los verduleros, asegurando su seguridad y proporcionando una cierta organización en la compra-venta.

CALZADOS BENEIT:

Hacia los años 60, lo que antaño había comenzado con unos pocos manteros ya se había convertido en todo un gran mercadillo. Además de fruta y verdura, ahora también se vendían frutos secos, flores, ropa, utensilios del hogar, etc.

Hablamos con Alejo Manuel Beneit, uno de los comerciantes que quedan todavía de aquella época. “Yo tenía 15 años cuando ya venía con mi padre aquí a vender calzado. Ahora estoy a punto de jubilarme”.

El número de puestos continúo creciendo, por lo que el mercadillo se expandió. “Nosotros empezamos vendiendo frente al mercado. Luego nos fuimos hacia las calles colindantes”. Actualmente los Beneit están en la calle Alberola, esquina con Carratalá.

“Somos zapateros de la Vega Baja, concretamente de Cox. De hecho, mi cuñada era sobrina de Josefina Manresa, la esposa de Miguel Hernández. Mi padre Antonio era fabricante de alpargatas, y fue un gran amigo del poeta” nos cuenta Alejo Manuel.

El ya veterano vendedor se enorgullece de llevar en el mercadillo de Benalúa desde prácticamente sus inicios. “Fuimos de los primeros en vender calzado. Mi cliente habitual es el vecino del barrio de toda la vida”.

FLORES Y PLANTAS IRLES:

En la calle de al lado encontramos a la floristera Cecilia Irles. “Mi familia empezó en el negocio hace 45 años, cuando yo aún estaba en la barriga de mi madre Teresa. Teníamos un puesto en el mercado de Elche, nuestra ciudad natal”.

Cecilia nos cuenta cuando sus padres decidieron venir también a Benalúa. “Fue a principios de los años 80. En aquella época el mercadillo no tenía los puestos fijos como ahora, así que a mi padre Luis le tocaba dormir aquí por la noche para pillar el mejor sitio”.

Desde hace unos años el Ayuntamiento de Alicante adjudicó todas las parcelas del mercadillo, de manera que ningún otro vendedor puede operar en ellas sin permiso. Cecilia tiene la suya en la calle Arquitecto Guardiola.

COMIDA, ROPA Y DEMAS UTENSILIOS:

Todos los jueves y domingos el mercadillo de Benalúa echa a rodar. Desde las 8 de la mañana ya se pueden encontrar los primeros puestos abiertos. Los últimos cerrarán más allá de las 2 de la tarde.

Alrededor del Mercado de Abastos, y a lo largo de toda la calle Arquitecto Guardiola, hayamos multitud de puestos de comida. La mayor parte ofrecen fruta y verdura. No obstante también podemos adquirir frutos secos, encurtidos, dulces, golosinas, etc.

En la calle paralela, la de Alberola, están los puestos de ropa y otros utensilios. Camisetas, pantalones, calzado, ropa interior, sábanas, edredones, manteles, material de cocina, objetos de decoración, etc. En total, el mercadillo benaluense está compuesto por más de 300 puntos de venta.

TIEMPOS DIFERENTES:

Los vendedores más longevos comentan cómo han cambiado los tiempos. “Yo solo ofrezco zapato de piel, y antes los vendíamos a toda la familia. Ahora los jóvenes prefieren comprar en grandes superficies, calzado de marcas internacionales que suele estar fabricado en China” comenta Manuel Beneit.

Aún así, el veterano zapatero está muy contento con sus clientes. “Aquellas familias belanuenses de toda la vida siguen confiando en nuestros productos. También vienen muchos de otros barrios de Alicante. Los vendedores seguimos siendo muy profesionales y el mercadillo no ha perdido su esencia”.

Cecilia Irles nos explica que el comercio de las flores ha ampliado mucho desde que ella empezara siendo niña. “Ahora ofrecemos mucha más variedad. En los últimos años se han abierto invernaderos y viveros por toda la provincia. Ya vendemos plantas y flores exóticas, originarias del extranjero”.

La floristera también cuenta que es un negocio de modas e incluso de supersticiones. “Me compran muchas plantas porque supuestamente traen buen fario, dinero o amor. También tienen mucho éxito las aromáticas, los geranios o las orquídeas. Realmente la gente busca la diversidad y vienen de barrios lejanos porque aquí tenemos especies de todo tipo”.

OTRAS TIENDAS:

Los comercios habituales del barrio de Benalúa también se repercuten del mercadillo. Por ejemplo, es muy habitual que los compradores aprovechen la mañana para tomarse el aperitivo en un bar, o una buena horchata en verano.

“Yo creo que si no fuera por el mercadillo no estarían la mitad de las tiendas en Benalúa. Aparte de los Juzgados, esto es lo que le da vidilla al barrio“, asegura Alejo Manuel.

Aquellos padres que vienen con niños pequeños, cuando finalizan las compras suelen terminar la mañana en el parque de Navarro Rodrigo. Aquí también hay bares, cafeterías y comercios de todo tipo.

MÁS QUE UN BARRIO:

Un barrio que ya es uno de los más tradicionales de Alicante. Un mercadillo que rivaliza con el de Campoamor (ahora en Teulada) por ser el más histórico y representativo de la ciudad.

Benalúa vio nacer a lo largo del siglo XX a alicantinos tan ilustres como el escritor Gabriel Miró, el artista Gastón Castelló o el historiador Francisco Figueras Pacheco. Seguro que todos ellos jugaron en su parque siendo niños y compraron en su mercadillo.

Fuente: Aqui en Alicante