GINES ALBEROLA:

LA Suma de esfuerzos Y sacrificios que supone la realización de esos monumentos artísticos que Alicante levanta todos los años para quemarlos en la noche milagrosa y embrujada de San Juan, es realmente cuantiosa. Incalculable también por su dimensión y su hondura, es el cúmulo de ilusiones, de afanes, de estremecido gozo, que se derrochan a raudales a lo largo de doce meses para culminar, en el paroxismo de la "cremá". Todo el proceso creacíonal, adobado de sutil ironía, chisporrotea como misteriosa e íntima traca, desde la fase larvaria de los primeros apuntes y bocetos hasta el retoque y la pincelada finales, y en sus destellos refulge siempre el ingenio y el temperamento dé nuestro pueblo y se perciben los temblores de la emoción creadora. A recoger esa pulsación e intentar transmitirla a1 lector, ha ido el cronista en busca de los hombres y del artista, creadores de una Hoguera y de los monigotes, paneles y decorados que luego permitirán erguirla airosa en la noche de la "plantá". Y nos hemos encaminado a Benalúa, el barrio de más tradición festera, el que ha acaparado mayor número de premios de la categoría especial y cuenta con una infinidad de otros valiosos galardones y trofeos desde que en 1928 se iniciaron las fiestas de Hogueras de San Juan.

Acompañados del presidente de la Comisión del distrito bena1uense, don Ramón González García, y del señor Bellot, entramos en los locales donde la monumental Hoguera se está forjando. Son espaciosas salas de un vasto edificio en construcción, varias de cuyas plantas se hallan materialmente atestadas de armazones colosales, en trance de terminación unos, otros ya recubiertos y pintados; moldes de escayola que han servido para vaciar los "ninots"; muñecos ya acabados, cuyas cabezas envuelta les comunican fantasmal aspecto; cartones retorcidos por todas partes que, luego, por obra del artista adquirirán singular plasticidad y ligereza; infinidad de materiales dispersos, enormes lienzos desteñidos en contraste con otros hermosamente coloreados; una visión de aquelarre, en fin, en un ambiente que huele fuertemente a madera y a pintura fresca.

El tema de la hoguera es "El Quijote en la actualidad" y la idea que ha presidido su ejecución ha sido establecer un contraste entre el espíritu del hidalgo manchego y diversos motivos actuales, hábilmente escogidos y en cuya selección y realización se hace gala de un fino sentido crítico, a veces agudísimo. Seis escenas de la inmortal novela cervantina se reproducen con toda fidelidad y hacen referencia a pasajes y episodios como las bodas de Camacho, la quema de los libros de caballería, la fábula del rebuzno, el manteamiento de Sancho Panza, Don Quijote arremetiendo a las ovejas y pinchando los pellejos de vino, la ínsula Barataria, "Clavileño".

La Hoguera es de proporciones gigantescas; ciento sesenta y ocho metros cuadrados de base y dieciocho de altura. Se halla coronada por enorme molino de viento manchego, cuyas aspas son accionadas mecánicamente y cuenta con unas cuarenta figuras humanas y de animales, de cuya perfección y originalidad dan clara idea las fotografías. Se han invertido cinco metros cúbicos de madera para hacer los armazones, mil kilos de cartón, cien de clavos y seiscientos de harina para la confección de engrudo, elevándose su coste a setenta mil pesetas.

El autos de ésta maravillosa Hoguera, seguro candidato a las máximas distinciones hogueriles de esta año; es el joven benaluense Remigio Soler, notable pintor y escultor, que recientemente ha ganado una beca por una preciosa colección de tallas policromadas presentadas en la exposición de Artesanía del Ayuntamiento.

En la noche del veinticuatro, esta Hoguera, con otras veintiséis más, arderá por Benalúa, por Alicante y por España, en emocionada ofrenda a San Juan Bautista.

Fuente: Periodico ABC