Un nuevo rincón para la cultura ve la luz en Alicante. En el barrio de Benalúa, en un antiguo taller de coches reformado y acondicionado y bajo las órdenes imaginarias del El Tumbao, un superhéroe que recostado en una hamaca tiene el superpoder de realizar eventos culturales para todas las edades, partió la semana pasada esta nueva asociación cultural.

El Taller Tumbao se denomina este nuevo grupo que ha emprendido la aventura de promulgar la cultura. Nueve personas y varios socios colaboradores han dado forma al proyecto que, de forma altruista, organiza talleres, conciertos, actuaciones y actividades infantiles relacionadas con el arte, la música el teatro y la artesanía.

Todavía se observa una antigua polea para levantar motores en el techo, aunque actualmente se emplea para sostener uno de los focos principales que ilumina el pequeño escenario. Es lunes y María Reig y Pablo Fajardo limpian la estancia de los restos de la inauguración. Pau Reig, mientras, pinta la barra de bar que han montado con restos de madera encontrados en un contenedor y, al fondo, Juan Garrigós y Ana García limpian una gran mesa, también encontrada en la calle, que servirá para seguir aderezando el local, el proyecto y la ilusión. Y es que esto último es la principal baza con la que juegan en el Taller Tumbao.

«Juan Garrigós lleva haciendo talleres de pintura en el barrio desde hace muchos años. Pero hace unos meses alquiló el local entre varias personas pensamos en hacerlo un lugar de cultura, de conversación, de un ambiente de barrio donde compartir inquietudes. Y eso hemos hecho», explica Pablo Fajardo, un joven de Almoradí que estudia en la Universidad de Alicante Telecomunicaciones, en la especialidad de imagen y sonido.

Desde que surgió la idea, a partir de los talleres de pintura de Garrigós, el abanico de actividades se ha ido incrementando. Fajardo imparte clases de guitarra para niños, Ana García realizó uno de construcción de lámparas de papel y pretenden crear otros dos, uno sobre el modelado de la arcilla para niños y otro de serigrafía artesanal. Según manifiesta el pintor alicantino, el proyecto «es un placer ver como mi taller de pintura ha ido evolucionando hasta esta asociación. Todo ha ido transformándose a base de porqués. Nos preguntábamos ¿Por qué no hacemos esto? ¿Por qué no creamos aquello? Y con trabajo han llegado las respuestas. Estoy orgulloso y me sirve, además, para beber de nuevos talentos y seguir trabajando con más ganas».

«Se trata de un lugar de artistas realizado para la expresión de artistas. Está abierto a todo el mundo, para que jóvenes músicos puedan tocar, para que pequeñas compañías de teatro actúen, para que monologuistas noveles nos hagan reír y para que las paredes muestren las primeras obras de los alumnos del taller de pintura», añade Fajardo. Precisamente, la jornada de inauguración, el pasado sábado, contó con la actuación de varias monologuistas, que ensayaron sus textos y que hicieron reír a los presentes, llenado el local hasta el punto de que hubo asistentes que vieron la actuación «desde la ventana, en la calle», puntualiza Pau Reig, que ejerce de técnico en la asociación.

Una de las actividades en la que tienen más ilusiones puestas en el Taller Tumbao es la de los sábados por la mañana. A modo de guardería, realizan talleres de música y arcilla para niños. «Muchas madres traen a sus hijos y se van al mercado a comprar. Otras se toman un aperitivo mientas los niños aprenden cosas. Todos salen ganando y se promueve la cultura», indica Ana García, una joven educadora social de Castalla afincada en Alicante.

Pese a que la asociación se ha creado sin ánimo de lucro, necesitan generar algún ingreso para los gastos. Por este motivo, el grupo destina a la venta «las camisetas serigrafiadas, las lámparas del taller y algunas pinturas», que junto a los aperitivos en la barra, suponen la única financiación de la asociación.

Fuente: Periodico La Verdad