Resulta cuanto menos curioso que los americanos se interesen por una tradición tan arraigada en Alicante como es la Semana Santa. Sin embargo, en este caso ha sido así. Los beneficiarios de la iniciativa han sido los componentes de la Cofradía de la Virgen de la Caridad y de la Piedad y el Cristo de la Paz, en Benalúa.

Esta humilde, pero tradicional, cofradía ha recibido un apoyo económico de 250 dólares americanos, que decían los antiguos, desde el lejano Iowa, donde se sitúa la sede central de la empresa Alcoa.

Aníbal Cuenca, vocal de la cofradía y trabajador de la compañía en su fábrica de Alicante, fue quien tuvo la idea: «La Fundación Alcoa trabaja a nivel mundial en todo tipo de iniciativas solidarias, aunque se centran en los lugares donde tienen factorías, como en Alicante», explica.

De hecho, los americanos ya habían aportado fondos para otros proyectos educativos, como una biblioteca para el IES Cavanilles y material informático para el instituto Bahía de Babel, entre otros. Con estos precedentes, Aníbal se animó y comenzó a redactar el denominado Proyecto Bravo: «Rellené la solicitud para pedirles una ayuda económica para nuestra cofradía. La verdad es que no me esperaba nada...», relata.

Sólo los trabajadores de Alcoa pueden solicitar este tipo de subvenciones, aunque las iniciativas que propongan pueden ser variadas, sin límite a ningún proyecto. El único requisito, que no es nada fácil, es que la dirección de la Fundación Alcoa, situada en la central de la compañía en el estado de Iowa, les dé el visto bueno y decida qué cantidad puede donar dependiendo del proyecto.

Cual fue su sorpresa cuando hace unos días recibieron una carta firmada por el director general económico de la compañía, junto con un cheque de 250 dólares en beneficio de la cofradía del Cristo de la Paz. La alegría se repartió a partes iguales con la estupefacción: «La verdad es que no es mucho. Algo ayuda, claro, pero lo importante es que se acuerden...», relata José Box, presidente de la cofradía benaluense.

Es cierto que la subvención no les salvará de hacer Lotería de Navidad (el cambio aproximado es de 240 euros), pero están muy contentos de recibirla. Y, como en el cuento de la lechera, ya piensan qué van a hacer con la próxima subvención: «Nos gustaría arreglar los tronos para el año que viene, porque están un poco deteriorados, aunque los cambiamos hace diez años...», refleja el presidente.

Pero, por el momento, prefieren centrarse en decidir qué harán con este capital, casi llovido del cielo. Algunos abogan por un centro floral, otros por arreglar más las imágenes... Una decisión que deberán de tomar estos días, y que en ningún momento esperaban poder decidir. Pero los americanos, como en la película, son así. Bienvenido, mister Alcoa.

Fuente: Periodico La Verdad