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El premio Gordo de lotería que consiguieron les está ayudando a recuperar ese esplendor.
«Parada y fonda» era el lema que los artistas Gastón Castelló, Juan Such y José Merced, eligieron en 1928 para el monumento que plantaron el año en que nació la Fiesta en el barrio de Benalúa, por lo que es otra de las fundadoras. Un lema que tiene ya 86 años y que adoptó para el castizo distrito la primera comisión, de la que formaron parte, según fotografías de la época que se conservan en los archivos documentales, el propio Gastón Castelló, Peces, García, Martínez, Such, Taulaí, Amorós, Biedma y Montesinos, bisabuelo de una de las festeras más veteranas de la actual comisión, Amparo Martínez Cremades. Ella y la presidenta desde hace siete años, Pilar Rodríguez, están orgullosas de formar parte de una hoguera «histórica». «Es emblemática, de mucho tiempo, muy familiar y de mucho corazón», afirma. Y apuestan por lo tradicional. «Nos gusta tener una buena hoguera, una buena banda de música, una presentación de bellezas en condiciones, y un buen llibret, que es lo que perdura. Y seguimos conservando nuestras cartillas de vecinos, aunque sean pocas».
La primera foguera que plantó Benalúa, conocida también como «El tranvía», fue la triunfadora del primer año de la Fiesta, haciéndose acreedora del premio en juego, mil pesetas. En la solicitud de plantà, que se conserva en el Archivo Municipal, pedían permiso para plantar un monumento de 8 metros de altura en la confluencia de las calles Pardo Gimeno y Arquitecto Guardiola, donde siguen montando su foguera cada mes de junio. Debutaron con una obra sobre los pasos a nivel que había a la entrada del barrio, de ahí el tranvía eléctrico que se representaba, hoy motivo principal del estandarte con el que desfilan.
Aquel premio fue el primero de una larga serie de monumentos triunfadores, en total 18 (además de 1928 ganaron en 1952, 1953, 1955, 1956, 1958, 1959, 1966, 1971, 1972, 1974, 1976, 1977, 1978, 1979, 1981, 1982 y 1984), obras con la firma de artistas alicantinos de tanto nombre como Jaime Giner, Ramón Marco, Remigio Soler , Ángel Martín y, en el caso de los últimos galardones, Pedro Soriano. Dieron al distrito monumentos grandiosos como «Séptimo arte», «El progreso es todo eso», «Como el perro y el gato», «La Festa més hermosa», «Evolución» o «Amanecer», que vencieron en la hermosa lucha que durante años mantuvo Benalúa con el vecino distrito de Ciudad de Asís por el primer premio. También son alicantinos Carlos Albaladejo y Rafael Lidón, los artistas que plantarán los monumentos de 2015, el principal en Primera, y el infantil, después de muchos años, en Especial, gracias a la inyección económica que supuso el primer premio de lotería de El Niño que ganaron hace dos años.
La comisión repartió 40 millones de euros por Alicante y, aunque sólo se quedó con 56.000 euros, este dinero permite a los socios, que sostienen la actividad festera con sus cuotas (unos mil euros los adultos y la mitad los infantiles) ir más desahogados, acabar el ejercicio con las cuentas al día, y por qué no, mirar de nuevo hacia arriba. De hecho pensaron dar el salto en 2015 después de décadas sin plantar Especial, ya que la última vez fue en 1998 con Pedro Soriano. «Con un presupuesto anual de 60.000 euros, es imposible contratar un monumento de 50.000 euros. La diferencia con Primera es mucha, ya que la hoguera cuesta la mitad, y no queremos hacer esa locura para endeudarnos al año siguiente», explica la presidenta, que entró con sus amigas en 1986, cuando todas vivían en Alipark. Del grupo sólo queda ella.
«Lo ideal sería que entraran más comisionados, necesitamos gente. Esto nos permitiría hacer más actividades para el barrio, no sólo almuerzos, también exposiciones y otros eventos culturales». La colaboración vecinal es otra asignatura pendiente, sólo les quedan 200 cartillas de las más de 500 que tuvieron cuando el barrio estaba lleno de casitas de planta baja. No cuentan con patrocinadores pero montan un racó en la plaza de Navarro Rodrigo en el que se juntaban mil personas no hace mucho. Además del gran palmarés artístico, Benalúa bate récords en cargos del fuego con 24 representantes, de ellas cinco Belleas del Foc adultas, entre las que se cuentan las tres primeras de la historia de las Hogueras, Amparito Quereda (1932), Carmen Hernández (1933) y Leonor Sempere (1934). También representaron a Benalúa la Bellea del Foc de la República, Carmela Ramos (1936), que tiene 95 años, y Matilde Nadal, elegida Bellea del Foc en 1940, cuya hija pasó por el racó días atrás para retirar la lotería de Navidad, la que les permitió volver a soñar.
ANECDOTARIO
La Bellea escritora. Es Carmela Ramos, que con 90 años, en 2011, presentó su libro «Lázaro». La publicación recopilaba relatos que, según contó, tenía en su mente desde los años 40 pero no los pudo escribir antes por sus circunstancias vitales. Su banda de Bellea, con los colores republicanos, está en el Museo de Hogueras.
La banda republicana de la dama. Benalúa sí conserva en su racó la banda de la belleza de 1934, Leonor Sempere, primera Dama del Foc de la hoguera, que también lleva los colores de la República.
Dieciocho damas del foc. El palmarés comenzó en 1934. De ellas 16 son adultas, las últimas en 2000 y 2009, Ana Belén Maíllo y Laura Tejada respectivamente. Infantiles dos, Fabiola Mazón en 1979, y Blanca Ortiz, en 1995, que años después se convertiría en Bellea del Foc por avenida Loring.
Una comisión infantil antigua. Data en sus orígenes de los años 30. Aunque no tienen el banderín de entonces, guardan en el racó el de 1974 como una joya.
La suerte del señor guerra. Es un ninot que tienen en el racó, de un festero fallecido. Por él pasan los décimos de lotería esperando que vuelva la suerte.
La alicantina de Ángel Martín. Es la hoguera favorita de la presidenta, Pilar Rodríguez, del año 77, con la que tiene numerosas fotos que le tomaba su padre de niña, como ante otras hogueras.
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