El ficus de Benalúa ya no es un árbol monumental, digno de ser apreciado y disfrutado bajo sus ramas, sino que ha pasado a ser un símbolo del barrio y tal vez de algo más, de la lucha ciudadana. La movilización de los vecinos ha conseguido lo que, reconocen, «parecía imposible». El Ayuntamiento de Alicante respetará el centenario ejemplo de la naturaleza, ubicado en la calle San Agatángelo, en el proyecto de centro social y de salud previsto en el mismo solar.

Por este motivo, y aunque no tengan conocimiento oficial aún, decidieron festejar ayer que los pájaros que habitan entre sus ramas «seguirán siendo el despertador» de los benaluenses por muchos años más, como dijo uno de los pequeños miembros de la Plataforma Salvemos el Ficus. Partido políticos, asociaciones de vecinos, como La Voz de La Florida y Ciudad Jardín, y movimientos ciudadanos se unieron ayer en torno al árbol, con un corro simbólico alrededor del tronco, en señal de protección. Llamó especialmente la atención la presencia de la síndica de Greuges en funciones, Emilia Caballero, quien ya dictó varias resoluciones en contra de los planes municipales. Caballero recordó que las funciones de la institución que representa, hasta que las Cortes nombren a José Cholbi, «son de defensa de los derechos de los ciudadanos ante los atropellos de la administración».

Una de las portavoces de la plataforma, Encarna Quereda, quiso agradecer «a todos aquellos que nos habéis apoyado en nuestra lucha para evitar que perdiéramos el ficus», a las más de cinco mil personas que rubricaron un manifiesto en contra del traslado del árbol a la plaza Navarro Rodrigo y a los que participaron en las manifestaciones que convocaron.

También quiso tener unas palabras especiales para Miguel Ángel Pavón, candidato de Esquerra Unida al Congreso de los Diputados y convencido ecologista, quien ha redactado los escritos de protesta y denuncia ante las autoridades. Pavón recordó que el primer documento a favor de mantener el árbol en su ubicación de toda la vida se mandó al Ayuntamiento en noviembre del 2006. Y que después vinieron muchos más, entre ellos una denuncia ante el Seprona. Pero mereció la pena la lucha, entiende: «Es la primera vez en mucho tiempo que podemos celebrar que no se destruye el patrimonio de la ciudad, y esperemos que no sea la última», exclamó ante los presentes.

La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Etelvina Andreu, también se sumó a la fiesta, «como una benaluense más». Recordó su infancia en el pasaje Miralmar, frente al ficus, «siempre con la hermosa vista del árbol».

Animó a los participantes al acto de ayer a seguir con la lucha, «con el apoyo del PSOE», para conseguir un centro de salud en el barrio: «No vamos a parar hasta que en los presupuestos de la Generalitat no esté incluida una partida para esta instalación», aseguró Andreu ante sus vecinos.

Sólo tiene una «espinita clavada», puesto que como subdelegada «no pude, por ley, participar en ninguna manifestación», por eso pidió a la Plataforma que convocasen otra concentración festiva.

Tras los parlamentos, el festival concluyó con el arranque de los carteles reivindicativos que colgaban en las ventanas próximas al ficus y con un almuerzo, al abrigo del ficus de Benalúa.

Fuente: Periodico La Verdad