Carreras, sonrisas y algún que otro llanto. Sentimiento encontrados en una jornada protagonizada por los niños. Las aulas de Infantil y Primaria volvieron a abrir ayer sus puertas. Más de 160.000 alumnos se reincorporaban a su rutina escolar en toda la provincia.

A las nueve de la mañana, los colegios volvían a recobrar vida. Decenas de niños se despedían de sus padres y buscaban incesantes a sus amigos. Primaban los gestos de complicidad entre alumnos. Era un día de reencuentros, también de llanto entre los nuevos. Lo importante es que los niños afronten la vuelta «con ganas», así lo explicaba María del Carmen García, directora del colegio Benalúa: «Hoy es un día de presentaciones. Los niños conocerán a sus profesores, a los nuevos alumnos y también, las instalaciones por las que se moverán este año».

Los más pequeños son los que peor jornada afrontaron. «Al principio los niños han llorado, preguntaban por sus papás. Cuando hemos empezado con los juegos enseguida se les ha pasado», cuenta Ana Ortega, profesora de Infantil. No obstante, con la idea de que los alumnos más pequeños se familiaricen con el colegio, esta semana contarán con un horario más flexible: «Los niños han sido divididos en tres grupos. Unos empezarán hoy, otros, mañana y el resto, el miércoles. El jueves ya estarán todos juntos. Los padres esta semana podrán recogerlos una hora antes si así lo desean», comenta la directora del centro.

Más fácil fue el comienzo para los alumnos de Primaria. «Nuestro colegio destaca por su alumnado multirracial. Nos enorgullece observar lo bien que se llevan entre ellos, y que no existan diferenciaciones. Los niños hoy tenían ganas de verse y eso, se ha notado», cuenta Gloría López, profesora de primer curso.

Quienes con más alegría afrontaron el regreso fueron los más mayores: los alumnos de sexto de Primaria. Algunos de estos niños llevan nueve años compartiendo estudios y juegos. Lamentablemente saldrán de este centro sin haber dado clase en un edificio al uso. Cuando entraron en el colegio se anunció a sus familias que darían clase en aulas prefabricadas «de forma provisional». Sus padres lamentan la situación: «Mi hija se irá sin haber dado clase en unas instalaciones en condiciones. Estos niños han pasado nueve años a la intemperie. El día que ha llovido se han mojado si han ido al aseo y han pasado el recreo en las aulas porque no han tenido unos pasillos en los que refugiarse», declara Toñi Bañuls, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de este colegio.

Dos fases

«Sé que ha habido problemas con el nuevo terreno del colegio, y hasta esta primavera no pudieron empezar con los trabajos de acondicionamiento», explica la directora del centro sobre la construcción del nuevo centro. «Habrá dos fases. La primera se prolongará 18 meses y consistirá en la construcción del edificio. Posteriormente habrá una segunda fase, en la que se realizará el traslado de la gasolinera. Por tanto, el colegio no estará terminado hasta el año 2010», explica la responsable del centro educativo.

El colegio Pedro Duque también comienza el curso escolar, un año más, con la presencia de aulas prefabricadas. Este año cuenta con dos más. Eliseo Andreu, director del centro, explicó a la Cadena Ser que los transportistas encargados de suministrar el material se retrasaron una hora y lo dejaron en la entrada del centro, teniendo que ser desplazado por el personal del colegio.

Fuente: La Verdad