ISABEL VICENTE La vieja estación de Benalúa impresiona. Basta con asomarse por sus arcadas para imaginar lo que hubiera podido ser el edificio una vez restaurado, con un absoluto protagonismo de su cubierta transparente por la que pasa el sol reflejando el intenso azul cobalto del techo en los muros ocres de la antigua estación y en la estructura metálica de aros que evocan las celosías de los palacios orientales. Los tiempos, sin embargo, no andan para florituras y las entidades implicadas no disponen de los 3,9 millones de euros necesarios para acabar el proyecto tal como estaba concebido, lo que ha llevado a la dirección de Casa Mediterráneo a proponer un plan B que supone acabar la obra de forma más modesta con un coste de 500.000 euros para no dejar el inmueble a medias, propuesta que de momento no ha recibido respuesta. Ayer, se paralizaron las obras al acabar el contrato con la empresa Tragsa que ha efectuado las dos primeras fases. Apenas dos trabajadores daban por la mañana los últimos retoques al inmueble, tapaban agujeros y reforzaban la valla para cumplir con el seguro.

Tras haber gastado 2 millones en las primeras fases, el inmueble se ha quedado sin el pabellón semicubierto, el auditorio, las oficinas y el restaurante previstos. Una pena dado que lo que se ha hecho hasta ahora es espectacular. Las dos naves laterales están cubiertas con vigas de madera y la vieja fachada de la estación se ve restaurada y limpia, pero la parte más llamativa y emblemática del conjunto es la nave central. El azul de la cubierta de policarbonato apoyada sobre la marquesina metálica del siglo XIX lo impregna todo, generando juegos de luces en los muros y arcos de la vieja estación que, al no estar cerrada en su fachada trasera, deja ver las vías. En la tercera fase estaba previsto aplicar incrustaciones de estrellas de cerámica cromada en las paredes y cubrir el suelo con un pavimento de terrazo y mármol decorado con estrellas para incrementar el aire oriental del edificio que, con todo, ya se aprecia gracias al enrejado de aros que cubre el tejado y parte de los muros. El suelo, sin embargo, no es más que una cubierta de gravilla y tierra, y, si alguien no lo impide, así se va a quedar, ya que el Gobierno central, que ha de aportar la mayor parte del presupuesto, no cuenta con dinero para la tercera fase. Otra posibilidad es que se obtengan fondos de la iniciativa privada, algo difícil con la crisis económica actual. Ante esta situación, la dirección de Casa Mediterráneo, con el apoyo del arquitecto del proyecto, Manuel Ocaña, ha propuesto al Ministerio de Fomento, a la Generalitat, a los ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Xábia y al resto de organismos implicados, que se estudie un plan alternativo denominado Fase IIB que, con un coste de unos 500.000 euros, permitiría terminar parcialmente la obra dejando la estación diáfana para su uso como plaza semicubierta o como sala de exposiciones evitando así su deterioro y fomentando su uso por parte de los alicantinos. Por el momento no se ha tomado ninguna decisión aunque al tratarse de un espacio abierto, si no se dota de contenido y no se protege, las autoridades de Casa Mediterráneo temen que se eche a perder con rapidez. De hecho, el inmueble sólo está protegido por una valla metálica fácil de romper y ya en el pasado la vieja estación de Benaluá fue utilizada como albergue por decenas de mendigos lo que aceleró su deterioro.

Una sede para unir lazos con otros países ribereños
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, aludía la semana pasada a la necesidad de dotar de contenido Casa Mediterráneo como medio para encontrar financiación privada que garantizaría la finalización del proyecto. Desde la entidad que dirige Yolanda Parrado, se ha resaltado la actividad que se está llevando a cabo desde hace años por parte de la entidad, cuyas oficinas están ubicadas temporalmente frente a la futura sede, a través de conferencias, jornadas y encuentros con los países de la cuenca mediterránea. Igualmente, desde el Ayuntamiento de Benidorm, que acoge la subsede de Medio Ambiente y Turismo Sostenible de Casa Mediterráneo, se apuesta por su continuidad y se ha pedido al Gobierno central que no se paralicen las obras.

Fuente: Información.es » Alicante