En Lucentum no existía el complejo de Ciudad de la Luz y faltaban décadas para que Bayona marcara un antes y un después con -Lo imposible-, pero la ciudad de Alicante ya quedó retratada en más de una ocasión como escenario cinematográfico, inmortalizando enclaves únicos que ahora podemos volver a revisar con el paso del tiempo gracias a la magia de las películas.

Fue en el año 1962 cuando el director hispano-argentino Tulio Demicheli rodara en la capital alicantina la entrañable historia de amor y amistad entre ocho intrépidos niños y una perra vagabunda: -La banda de los ocho-. En la película, los niños tratarán de liberar a su amiga peluda de la perrera en una aventura donde se pueden observar ubicaciones que, hoy día, el espectador reconocerá al instante.

Cabe destacar que la can del filme tiene el alicantino nombre de -Lucero- y es del barrio de Benalúa. Más de la terreta, imposible.

Enclaves únicos:
Lugares como el Castillo de Santa Bárbara, el pasaje que da a la plaza del Ayuntamiento camino al -barrio-; Santa Cruz, el Raval Roig y sus vistas al mar forman parte del entorno que Demicheli eligió para dar vida a esta historia.

También pueden observarse escenas en el entorno a monumentos históricos como la Basílica de Santa María y su plaza.

-La banda de los ocho- supone un tesoro cinematográfico para poner en valor la historia de la ciudad, así como para observar los cambios urbanísticos y arquitectónicos que ha vivido a partir del boom turístico.

Fuente: Periodico Informacion