ANA A. FERNÁNDEZ
Un abrigo para el invierno, una muñeca para la pequeña de la casa o unos botines de señora, todo por cero euros. El único precio, ofrecer otro objeto a cambio.

El trueque volvió ayer a tomar protagonismo en Benalúa gracias al mercadillo que, por cuarto año, organizó la Asociación de Vecinos de este barrio junto a Almatroque, colectivo dedicado a estos menesteres. Lejos de quedar anticuado, este modelo comercial continúa teniendo su público y la mañana de ayer llenó de puestos el solar del Ficus -que acogerá el centro de salud de Benalúa-.

Decenas de personas recorrieron las quince mesas que ocuparon este espacio para reciclar cosas que hace años que no usan por otras de más utilidad. "Es un beneficio económico pero también personal porque se crean relaciones afectivas entre los que participan", asegura Julián Moratalla, miembro de Almatroque. Opinión que comparte la presidenta de la Asociación de Vecinos de Benalúa, Ana Baeza: "Mueve la socialización entre los vecinos". Para esta ocasión, Baeza ha realizado un bizcocho que su hija Elena se encarga de intercambiar pedazo a pedazo por cosas como una flor, un colgante o una cajita.

Entre ropa, comida, juguetes y hasta caricaturas se encuentra el rincón de las oportunidades, una mesa donde dejas lo que no quieras y coges lo que te gusta sin intermediarios. "De todo lo que he dejado esta mañana sólo queda la mitad", sostiene satisfecha, Teresa Ñeco, vecina del barrio, mientras contempla cómo otra señora se lleva el oso de peluche que antes decoraba su cama.

Una buena forma de combatir la crisis y ayudar al reciclaje.

Fuente: Información.es » Alicante