Este 21 de diciembre habría sido el cumpleaños de Remigio Soler López (Alicante, 1932). El artista cumpliría 89 años rodeado de pinturas, esculturas y pasión al arte. Como otros muchos artistas, la vida del alicantino es todo un ejemplo de superación y afán por mejorar.

Sus primeros años de vida los pasó en una vivienda situada en la calle San Carlos, muy cerca de la plaza de toros. Después se mudó junto a su familia a la actual calle Díaz Moreu. Pero, sus padres fallecieron cuando era pequeño y a Soler no le quedó de otra que desplazarse hasta el Hogar Provincia, donde pasó parte de su infancia.

Su vocación artística pronto empezó a florecer y aprendió las primeras lecciones en la escuela de Artes Aplicadas que había situada en La Rambla. El esfuerzo y la dedicación pronto empezaron a dar sus frutos porque el artista ganó una beca, y con ella pudo irse hasta Madrid para seguir aprendiendo del oficio con el ceramista Francisco Alcántara como maestro.


El Remigio Soler adolescente se volvió a mudar, pero esta vez a Barcelona para trabajar como dibujante en dos editoriales conocidas en la época: Freher y Bruguera. Sin embargo, cuando tenía 18 años ya estaba de vuelta en su ciudad natal. Allí, en el taller de los hermanos Blasco, pasó cerca de 12 años aprendiendo labores relacionadas con la escultura.

En el año 1961 se casó con María Teresa Martínez, mujer con la que vivió en la calle Arquitecto Guardiola en el barrio de Benalúa. Juntos tuvieron cuatro hijos: Remigio, María Teresa, Isabel y María José.

Durante toda su trayectoria, el artista diseñó gran cantidad de obras con diferentes técnicas y materiales, algunas como cuadros y esculturas, pero también de tipo artesano. Tal y como cuentan desde Alicante en Vivo en el año 1959 ganó un segundo premio en el Certamen de Artesanía de Navidad. Soler ha sido el protagonista de numerosas exposiciones, y tal y como cuentan en esta web alicantina, su obra habría llegado hasta el mismísimo Vaticano.

Destaca también su trayectoria como maestro de Hogueras. Muy importante para él el año 1966 ya que consiguió proclamarse ganador en Benalúa con su obra, de nombre -El progreso es todo eso-. Pero Soler demostraría en otras dos ocasiones el gran talento que tenía en este tipo de construcciones. Pues en 1973 ganó con la hoguera de Mercado Central. La tercera repitió con su barrio, Benalúa. En este momento, el artista tenía su taller en Babel.


Artista y maestro
Junto a su esposa, también montó un negocio en la calle Alberola en 1979. Se trataba de una tienda en la que vendían manualidades, pero a la que también acudían otros artistas de la zona para aprender. Hay que destacar que María Teresa también estaba muy vinculada al arte, por lo que se complementaban a la perfección.

Gran parte de la obra del maestro estuvo muy vinculada con la religión. De ahí se explica que gran parte de iglesias de Alicante tengan obras suyas. Por ejemplo, la parroquia de San José de Calasanz, la de Virgen del Remedio, la iglesia de las Lomas de Juan XIII, e incluso en la que fue durante algunos años su casa, el Hogar Provincial. Otra de sus creaciones fue un paso de Semana Santa para los maristas.

El pintor falleció en 2016, a la edad de 84. Dos años más tarde, el Ayuntamiento de Alicante colocó una placa conmemorativa en su casa en Benalúa. En el número 9 de la calle Alberola tenía también su taller. El artista también cuenta con una calle en la ciudad, la Avenida Artista Remigio Soler Lopez.

Fuente: El español