El mercadillo de Benalúa, uno de los cuatro de la ciudad de Alicante que se instalan cada jueves y sábados, se ha ido vaciando en los últimos dos años, coincidiendo con la irrupción de la pandemia de coronavirus. Según un informe de la Concejalía de Mercados, en los dos últimos años, el mercadillo de Benalúa ha perdido 44 unidades comerciales de las 270 que había, lo que ha obligado al bipartito de Alicante a reestructurar la instalación para evitar espacios vacíos por su impacto comercial negativo y por dar pie a vendedores sin autorización. «El mercadillo de Benalúa ha sido uno de estos mercadillo s en los que se ha visto aminorada su actividad comercial en los puestos dedicados a la venta de productos no alimenticios, ya que desde principios de 2020 hasta la actualidad se han quedado vacantes 44 unidades comerciales de cuatro metros cuadrados de superficie», según consta en el expediente que este martes se prevé aprobar en Junta de Gobierno, para promover ajustes en la organización: «Atendiendo a la fínalídad de potenciar la actividad comercial del mercadillo de Benalúa, de mejorar el emplazamiento de los vendedores existentes del mercadillo y de minimizar las molestias a los vecinos en cuanto a la su presión de plazas de aparcamiento o que puedan sacar sus vehículos del garaje los jueves y sábados de cada semana, se estima conveniente para el interés público proceder al reagrupamiento de los puestos del mercadillo de la calle Alberola, en sentido hacia la calle Carratalá, y los puestos existentes en la calle Carratalá, en el sentido hacia el mercado de Benalúa».

El objetivo de la reestructuración de los puestos, según el informe municipal, busca ofrecer «una imagen compacta del mercadillo, todo agrupado, y liberalizar de puestos los tramos que comprenden los números 31 al 39 Y 32 al 40 de la calle Alberola, así como de1 33 al 35 de la calle Carratalá». y es que, según defienden los técnicos municipales de la Concejalía de Mercados, «la existencia de puestos vacantes en mercadillos engendra una problemática muy particular, debido a que en algunos casos tiene un iumpacto comercial negativo en los puestos de la zona y en otros provoca la colocación de vendedores no sedentarios sin autorización que que realizan la competencia desleal al resto de vendedores». Sin menospreciar, además, «las molestias ocasionadas al vecindario por ocupar un espacio de la vía pública superior al necesitado y la mema de las plazas de aparcamiento disponibles cada jueves y sábado».

Desde la Asociación Provincial de Mercadillos, su presidenta, Matilde Hemández, asegura que la situación que se da Benalúa, y que ha llevado al bipartito a realizar una reestructuración de los puestos, no es exclusiva de ese barrio, sino que se repite en el resto de mercadillos de la ciudad, sobre todo en los puestos que no están especializados en alimentación.

«La fruta y la verdura está funcionando bien, pero el resto no. Como la situación nos preocupa, estamos preparando una campaña para captar a clientes más jóvenes, llegando a ellos a través de las redes sociales», explica Hemández.

Fuente: Periodico Informacion