Un alicantino de pro. Así se define este historiador quien, nacido con la democracia en 1978, ha vivido el crecimiento de su ciudad así como las idas y venidas del equipo de sus amores, el Hércules de Alicante.

Apasionado de la historia y coleccionista compulsivo desde pequeño, Miguel Estañ Lledosa terminó la carrera en el año 2000. Una licenciatura que, como él mismo reconoce "se hace porque te gusta o como hobby. Es una carrera para hacer cuando ya tienes trabajo, porque una vez terminada no abre muchas puertas laborales, salvo la docencia". Miguel no ha encontrado desde entonces un trabajo directamente relacionado con sus estudios. "Oposité al año siguiente de terminar la carrera y no salió bien por las pocas plazas que hay para mi especialidad. Tras el fracaso empecé a echar currículums". Entre risas, Miguel recuerda que "como todo el mundo cuando termina carreras como Historia, estuve una temporada en Telepizza".

Actualmente trabaja para la editorial Teide como jefe de equipo de la empresa en las provincias de Alicante y Murcia. Aunque sus inicios fueron más difíciles. "Empecé como comercial de la editorial, te dedicas a visitar colegios y hablas con profesores para intentar que vean tus materiales y cambien la editorial de sus libros de texto".

Miguel hace cada día una lista de colegios que visitar y confecciona las rutas para presentarse. "Es un trabajo flexible en cuanto a horarios, te piden una productividad en unos plazos, pero eres tú quien decide a qué centros acudir y en qué zonas".

"Aunque por ley hay que mantener el mismo libro de texto un mínimo de 4 años, en la práctica se comprueba que muchos centros los cambian cada curso. Hecha la ley, hecha la trampa. Y esto nos beneficia", reconoce Miguel.

Herculano de tercera generación, es socio desde 1991. Preguntado por la competencia con el eterno rival, Miguel admite que es anti-ilicitano sólo en lo deportivo. "Considero que el Hércules y el Elche se necesitan mutuamente".

Miguel también es benaluense de tercera generación. "Benalúa es un barrio alicantino 100%. Tiene una identidad propia y mucho encanto e historia".

Aunque ha vivido hasta los 26 años en la calle Pardo Jimeno, Miguel, como muchos jóvenes del barrio, ha tenido que buscar un hogar lejos de Benalúa por el elevado precio de los pisos o el mal estado de los más antiguos. "Cada vez quedan menos benaluenses de los de toda la vida, como es mi caso, que ahora vivo en el barrio de San Gabriel con mi mujer, Raquel".

Fuente: Las Provincias