Esta fué la palabra de estímulo, este fué el consejo que nos dieron los queridos correligionarios que tomaron parte en el acto que celebró el Circulo Republicano para solemnizar la apertura del Colegio Laico que ha patrocinado. Consejo y estímulo que hemos recogido en toda la plenitud y que unido a nuestro entusiasmo y firme solicitud, nos dará la fuerza propulsora para sin desmayos ni desviaciones llevar a perfecta eficacia la obligación que nos hemos impuesto, que no se reduce exclusivamente a lo que ya se ha conseguido. Nuestros propósitos tienen más amplitud y sin desconocer los obstáculos que se nos han de presentar, actuamos tenazmente para ir consiguiendo paulatinamente pero con la debida consolidación, el objetivo que nos hemos marcado decidida y voluntariamente y cuya linea esencial es la preparación de la infancia para que en su día pueda desenvolver sus actividades por cauces de Cultura, Libertad y Progreso.

Sacrificio de toda índole exige la labor a efectuar.

Nos llena de satisfacción las palabras de aliento y el apoyo moral y material que hemos recibido y vamos recibiendo por y para la instalación y sostenimiento de la escuela laica y tenemos la seguridad de que ese apoyo lo iremos mereciendo hasta consolidar definitivamente la obra.

Dentro de unos dias se celebrarán procesiones religiosas muy vistosas y a ellas acudirán la mayor parte de los alicantinos; unos por vocación, otros por conveniencia, los más por curiosidad. Vereis seguramente las mesas petitorias expuestas al público ostentando bandejas con monedas de cobre, plata y billetes de Banco que van depositando los creyentes y los convencionales; unos creyendo adquirir egoistamente un pedazo de la gloria que los encargados de esa religión le ofrecen a cambio de so óbolo; otros ayudando materialmente a que persista la influencia fuerte del clericalismo para continuar sus privilegios que les proporcione lo supérfluo que poseen, que casi siempre lo consiguen a costa del pueblo.

Aun está fresca la tinta con que los periódicos estamparon a raiz de la caida de la dictadura, las cantidades que Ayuntamiento y Diputación entregaron a congregaciones religiosas, sin fiscalización de ninguna especie y sin pararse ante el despojo que a mansalva y amparados por un régimen propicio, hacían de los dineros del pueblo.

Pero esa gente recurre a todos los medios para lograr los fines que se proponen. Necesitan del poder del dinero para disponer de otros poderes que corresponden única y exclusivamente al pueblo y así achicar hasta lo invisible la moral cívica y la cultura de la Humanidad disponiendo a su antojo y conveniencias de las personas como instrumentos que manejados por ellos les defiendan espoliados por una recompensa de ultratumba, sin advertir que el pensar lo consideran como un grave pecado, que toda la amalgama de procedimientos absurdos que emplean por indicación de esos directores espirituales, es ultraje a todo sentimiento noble, abnegado y altruista.

A combatir toda esa ranciedumbre tiende niestra labor, modesta pero continua y a plena luz, a los cuatro vientos solicitamos el apoyo moral y material de todos los amantes de la Cultura, el Progreso y la Democracia para ir llevando a término nuestra labor de enseñanza completamente al margen de todo sectarismo político o religioso para procurar hacer hombres buenos; fuertos, tolerantes que al trascurso del tiempo sepan y puedan cumplir con sus deberes cívicos defendiendo los derechos de todos.

Circulo Republicano de Benalúa.

Fuente: Biblioteca Virtual Prensa Historica