Hemos visto que se han puesto a medir las calles y que no están teniendo en cuenta las 4.200 firmas que presentamos», explicaba indignada una de las vecinas de Benalúa que rechaza el traslado y posterior trasplante del ficus centenario de su barrio. «Es lo único que nos queda del Benalúa antiguo, después de que desapareciera el templete», insiste Ana María Baeza. Ayer era el Día del Árbol y otra de las mujeres que reivindica que el ficus se quede donde está, Encarna Quereda, insiste en que el del barrio es el ficus más antiguo de Alicante y posiblemente también de España «su tronco es enorme y la copa mide 23 metros». Hace hincapié en que el mismo espécimen que hay en las Cortes Valencianas, además de que se encuentra entre dos edificios, es más pequeño que el de Benalúa, pero está recibiendo «grandes honores, hasta se firmó bajo él el estatuto de autonomía y se les muestra a los escolares como un tesoro». La vecina señala que el ficus situado en el solar entre las calles Capitán Dema, Foglietti y San Agatángelo está protegido por la ley, pero señala que «intentan valerse de un artículo» en el que por utilidad pública se permite trasladar una especie protegida.

Los vecinos contrarios a que se mueva de donde está piden que se revise el proyecto que prevé construir en el solar el tan demandado durante años centro social y de salud. Insisten en que quieren ambos locales y que podrían convivir con el árbol sin necesidad de cortarlo si se prescindiese del aparcamiento y los 45 apartamentos intergeneracionales previstos. De hecho, recuerdan que el primer proyecto respetaba el ficus y lo dejaba donde está, pero que el que se presentó en el 2003 añadía otros recintos «porque nos decían que era la única forma de financiarlo».

Este traslado y posterior trasplante del ficus centenario del barrio de Benalúa divide al barrio. Ayer, técnicos municipales acudieron a las proximidades del solar donde se ubica para medir el ancho de las calles por donde hipotéticamente debería pasar si finalmente es trasplantado. Esto hizo cundir la alarma entre un grupo de vecinos que se oponen tajantemente. Los mismos que acusan a la asociación de vecinos de estar a favor y boicotear las pancartas que colocan con el lema «centro social+centro de salud+ficus es posible». Encarna Quereda añade que también desaparece sistemáticamente la poesía que se coloca junto a él.

Han presentado quejas al Síndic de Greuges y enviado escritos al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al de la Diputación, José Joaquín Ripoll, y a la subdelegada del Gobierno, Etelvina Andreu, pidiendo que no se permita el trasplante a la plaza de Navarro Rodrigo de esta especie.

Fuente: La Verdad