Reunión con el Ecónomo. La cuenta atrás está en marcha

El martes 21 de noviembre tuvimos una reunión con representantes del Obispado, propietario del Antiguo Asilo de Benalúa.

La reunión era la respuesta a la solicitud que les hicimos llegar el 15 de septiembre. En la sala de estimulación cognitiva de la Residencia Virgen del Remedio nos encontramos con el Ecónomo y dos personas más, gestores de la residencia. Por parte de El Templete acudimos Ia presidenta, Isabel González; la secretaria, Carmen Navarro; y un vocal, Ernest Gil.

Les recordamos -es de suponer que ya lo sabían- que en Benalúa cerca de 3 000 personas, casi una de cada tres, tienen más de 65 años; que no son pocos los hogares con una sola persona; que muchas de estas personas van perdiendo autonomía y necesitan atenciones y cuidados profesionales.

Ellos encomiaron la tarea de El Templete para canalizar y hacer oír las voces de los vecinos que reclaman un Centro de Día en el Antiguo Asilo y, además, nos animaron a perseverar.

Pero, ... amablemente nos dijeron que la Iglesia no está para eso, que la sociedad tiene instituciones que son las responsables de atender estas necesidades, que para eso se pagan impuestos (!!!), ... que el Asilo de Benalúa está en venta, que está comprometido aunque el contrato no se ha cerrado todavía; el proyecto es destinarlo a hospital privado.

Nosotros les transmitimos que hemos llamado a todas las puertas, al Obispado, al Ayuntamiento, a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas; que nos sentimos como la pelota que se patea hacia uno y otro lado; pero también les hicimos saber que no cejaremos en el empeño de recuperar el Asilo para que revierta a la ciudad y se recupere su uso social y público. Es muy necesario como Centro de Día, como Centro Social y Cultural, ... y, además, sería imperdonable que se perdiese otro elemento del patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad.

Estamos a tiempo, pero la cuenta atrás está en marcha. Es urgente tomar una decisión: o nos levantamos todos para recuperar el Asilo y ponerlo en marcha, o nos limitamos a lamentar su pérdida.

¿Qué decides?

Fuente: A.V. el Templete