La familia cristiana se reunió ayer en una jornada de convivencia en Benalúa, donde pudo disfrutar en gran compañía de actividades lúdicas con actos religiosos. El día no se quedó sólo en la celebración de la misa, presidida por el obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Rafael Palmero. También hubo actividades más relajadas y distendidas, desde los juegos y talleres para los pequeños hasta reuniones y charlas para los mayores.

La cita tuvo lugar desde primera hora de la mañana en la plaza Navarro Rodrigo. Éste fue el punto de unión de amigos y conocidos, grupos enteros llegados de todos los puntos geográficos de la diócesis, además de la concejal de Acción Social, Asunción Sánchez Zaplana. El ambiente era colorido, propio de un día de fiesta como el de ayer. Los cánticos y corales pronto inundaron la plaza, en los ensayos previos a la actuación que tendría lugar a la una de la tarde, en mitad de una liturgia muy especial.

Los hermanos de la cofradía del Cristo de la Paz portaron a hombros a su imagen desde la cercana parroquia de San Juan Baustista hasta la plaza Navarro Rodrigo, en un templete especialmente acondicionado para la eucaristía. La impresionante talla presidió la misa, en la que el obispo Rafael Palmero dio la bienvenida a todos los hermanos de la familia cristiana.

Después del acto litúrgico, la salve rociera llegó a todos los rincones de Benalúa a través de un coro. Después, los hermanos se juntaron para degustar una paella popular. Un final inmejorable para un día de fiesta.

Fuente: Periodico La Verdad