No hay centro social, no hay centro médico, no hay centro deportivo, pero tenemos el solar vacío del antiguo colegio de Benalúa. Pero una cosa que llama la atención y le ponen a este barrio la otra pierna encima, es que ves en la prensa y TV que la Policía Nacional y Municipal, actúan en otros sitios contra los manteros, gorrillas, masajistas, mangantes, vendedores y mendigos violentos.

Aquí es como lo anterior, nada de nada, campan a sus anchas. Ves a la policía pasar pero no parar y si van de paisano, menos. Para muestra un botón. El mercadillo de Benalúa, toda la fauna descrita habita los jueves y sábados (los fijos los tenemos en la plaza), ensañándose con los vecinos de nuestro barrio. Es rara la familia a la que a algún miembro no le han robado el bolso o la cartera y lo peor es que es tema de conversación que siempre suele ser a personas mayores y lo peor es sacar el dinero de la pensión de algún cajero, pues se queda tu madre o abuela sin la pensión a los cinco minutos. Y lo de los que venden lo que les da la gana: ajos, frutas, plantas, ropas, mecheros, collares, etcétera, es sangrante. Qué bien organizados están, cómo se dan la voz y se apoyan, cómo corren, no les importa llevarse por delante a alguien cuando ven al municipal a la vez que gritan insultos e improperios contra este, es como una película de Charlot, sólo falta ponerle a este un casco amarillo y que corra delante de ellos, no detrás.

Hasta para esto somos menos que los demás: ni un solo Nacional y un solo Municipal de vez en cuando, no como en otros mercados que los ves en tríos, parejas y a veces hasta una docena.

Fuente: informacion.es