Hans Cristian Andersen publicó en 1837 un relato, *El traje nuevo del emperador*, una de las muchas versiones de un fenómeno muy singular: multitud de personas son inducidas a aceptar que ven cosas que no están, que no existen.

En vísperas electorales estamos asistiendo a una reedición del mismo espectáculo. En el circo los prestidigitadores escamotean la realidad, pero las personas del público sabemos que tiene truco, que es pura ilusión. Estos días la niebla propagandística fabricada por algunas máquinas bien engrasadas inunda las calles de mercancía caducada envuelta en papel de celofán, pretenden colarla como si fuese pan acabado de salir del horno.

En Benalúa algunas personas, sorprendidas en su buena fe, pueden no ver el truco y caer en la tela de araña de mensajes edulcorados que machaconamente repiten que al levantarse el telón ya tendremos viviendas intergeneracionales, centro social, centro de día, biblioteca, polideportivo y hasta un puente y un rio.

¡Ya basta! En Benalúa hacemos balance: Los que desde el Ayuntamiento, durante años y años, no han movido un dedo para solventar las necesidades de un barrio tan olvidado en infraestructuras sociales, culturales, deportivas,.. nos piden ahora que les creamos.

A estas alturas somos como el gato escaldado, no nos valen las carantoñas de última hora. Desde el 11 de febrero venimos manifestándonos cada sábado a las 12 en la plaza de Navarro Rodrigo y seguiremos haciéndolo hasta que tengamos en la mano un compromiso firmado por una autoridad responsable.

Hasta entonces habrá que seguir repitiéndolo: El traje no existe, *el emperador va desnudo*.

Fuente: Periodico Informacion